La esperada nueva temporada de MasterChef arrancó anoche con energía, emoción y más de una sorpresa en los fogones. Nuevos aspirantes, retos inesperados y la ya clásica exigencia del jurado marcaron el inicio de una edición que promete dar mucho que hablar ¡Los fogones de MasterChef se encienden de nuevo!
Un año más, los jueces más queridos o más temidos, si hablamos desde el perfil de los concursantes, vuelven a nuestras pantallas. Pepe Rodríguez, Jordi Cruz y Samantha Vallejo-Nájera han abierto las puertas de las cocinas de MasterChef para recibir a un total de 40 participantes un tanto curiosos.
La hija del fundador de Cortefiel como participante
Gabriela Hinojosa, madrileña y embarazada de 16 semanas, sorprendió en el estreno de MasterChef no solo por su plato —un impecable magret de pato con salsa de chalotas y frambuesas—, sino por su historia personal. Madre de dos niños pequeños y con una vida profesional dedicada al sector financiero, decidió dejarlo todo tras un problema familiar y la reciente muerte de su padre, Eduardo Hinojosa ( Fundador de la histórica marca Cortefiel). Su entrada en el talent llega en un momento de cambio vital y con el deseo de empezar una nueva etapa.
Durante la prueba, compartió con Pepe Rodríguez una anécdota emotiva relacionada con su padre, quien recibió un mensaje del chef poco antes de fallecer. Gabriela, la undécima de doce hermanos, explicó cómo la gestión de la herencia familiar dañó los lazos entre ellos, llevándola a tomar distancia. Conmovidos por su relato y su cocina, los jueces le dieron el sí, y ella dedicó el delantal blanco a su padre, quien siempre le dijo que era fuerte y capaz de lograr lo que se propusiera.

La niña que estuvo en MasterChef EEUU con Gordon Ramsey
Ariana Michelle, joven estadounidense de origen bielorruso, participó en MasterChef USA con solo 12 años y ahora, con 20, ha dado el salto a la versión española del talent culinario. Creadora de contenido en TikTok con casi 3 millones de seguidores, presentó un plato titulado 'Mi herencia y mi nuevo hogar' para entrar al programa. Emocionada por estar en España, compartió con los jueces su experiencia previa y recibió el delantal blanco en presencia de su familia, que celebró con entusiasmo su entrada en el concurso.
En la primera prueba, Ariana fue una de las aspirantes que asumió el liderazgo de un equipo. Se mostró decidida al tomar las riendas y marcar un ambicioso tiempo de cocinado, pero su gestión no convenció al jurado. Como consecuencia, recibió un delantal negro para asignarlo a alguien de su grupo, y en un acto de responsabilidad, decidió colgárselo a sí misma, aunque finalmente también tuvo que dárselo a otro compañero.

Los participantes se estrenan con una prueba por equipos
Los aspirantes comenzaron con la prueba de exteriores en Santillana del Mar (Cantabria), donde se combina belleza, hospitalidad y buena gastronomía. Los equipos se enfrentaron a un servicio de cuatro platos compuesto por un entrante, un primero, un principal y un postre. Por primera vez en la historia de MasterChef, el jurado dejó a los aspirantes formar los equipos, nombrar capitanes, elegir platos y hasta el número de comensales.
Un final amargo
En la prueba de eliminación, los concursantes tuvieron que elaborar platos italianos mientras compartían ingredientes con sus compañeros de fila. Todos ellos tuvieron que tomar buena nota de los consejos del chef Andrea Tumbarello (dos Soles Repsol) y la creadora de contenidos y duelista de MasterChef Celebrity 9, Marina Rivers. Tras la cata y una intensa noche, la expulsión se barajaba entre Limin, Yago y Miguel quienes hicieron los peores platos. Los jueces deliberaron y anunciaron que Miguel se convertía en el primer expulsado de la temporada. Este expresó su decepción por no haber podido demostrar todo su potencial culinario, pero agradeció la experiencia vivida y el compañerismo de sus colegas.
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Fuente: RTVE