Rotundo éxito del concurso de cocina navideña en Santa Marta

La Escuela Municipal de Hostelería de Santa Marta ha celebrado, como cada año, su tradicional Concurso de Cocina Navideña. En esta ocasión, el certamen ha contado con más de medio centenar de participantes entre las categorías "Dulce" y "Salado" y una afluencia de público, también, mayor que la de años anteriores.

Un concurso que se enmarca dentro de la Fiesta de Navidad, con la que despedir las clases hasta el mes de enero, y en el que han participado tanto alumnos de la propia escuela como del Centro de Educación de Adultos de la localidad. Los participantes han llevado los platos elaborados y pre-elaborados de su casa, para darles en la escuela el último toque y realizando in situ el emplatado final.

Jaime Boville, David Monaguillo, Chabela de la Torre (conceja de Cultura del Ayuntamiento de Santa Marta) y Eva González, junto a los ganadores del concurso.

En esta edición, Maite Montero se ha alzado con los primeros premios de las dos categorías. Para el jurado, su Chupito de manzana y pistacho fue la mejor elaboración salada, y su Cremoso de guianduja, el mejor plato dulce. En la categoría de cocina salada, el segundo puesto del podio fue ocupado por Eugenio Yagüe, quien preparó un Muslo de pollo relleno con salsa de micuir. El tercer mejor plato salado fue el de Emilia García, una Perdiz a la campesina. 

En cuanto a cocina dulce, las Pastas navideñas, preparadas por Rosalía Sánchez, fueron clasificadas en segunda posición; mientras que el tercer mejor dulce navideño fue la Tatin de plátano con crema de naranja, elaborada por Maribel Muñoz.

Un jurado compuesto por profesionales de la cocina y la hostelería -como Eva González, directora de HosteleriaSalamanca.es; David Monaguillo, gastroblogger; y Jaime Boville, presidente de Slow Food Duero Valley- ha sido el encargado de decidir los tres primeros premiados de cada una de las categorías, “Dulce” y “Salado”. Este año, además, Manuel, concursante de la última edición de La Voz Kids, y un grupo de clarinetes, de la Escuela de Música de Santa Marta, han amenizado el momento de más nervios para los participantes, los tres cuartos de hora de deliberación del jurado.