Torrijas salmantinas
Martes, 15 de Marzo de 2016
Hosteleriasalamanca.es / Por Ismael Díaz Yubero
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![]() | Cuentan algunos autores que el origen de las torrijas está en la costumbre de dar, inmediatamente después del parto, un alimento reconstituyente a la reciente madre. Se hacían con pan duro, que solamente se bañaba en almíbar, leche o vino. El pan duro fue el elemento principal, lo que hace pensar que era una forma de aprovechamiento, por lo que no tenía por qué ser un alimento exclusivo de parturientas y además, como el resultado final era muy agradable, tampoco era necesario esperar a que el pan se pusiese duro y en consecuencia, se empezó a hacer con la posibilidad de disfrutarlo en cualquier momento. |
Se cambiaron algunas cosas, entre ellas el tipo de pan, que hay que suponer que empezó siendo de hogaza y terminó siendo de barra, que además ya no necesita asentarse, como ocurría hasta hace unos pocos años. Además el pan, al estar empapado en un líquido, tenía muy poca consistencia, por lo que es muy posible que a alguien se le ocurriese freír las rebanadas y, antes de introducirlas en aceite, pasarlas por huevo batido y de esta forma nacieron las torrijas actuales, que no hace demasiado tiempo, apenas un siglo, se convirtieron en un dulce típico de Cuaresma. Surgieron después las diferentes modalidades, que caracterizan a las torrijas que se hacen en los diversos lugares.
Las torrijas salmantinas también tienen sus particularidades y entre ellas está que, poco a poco, se han ido superponiéndo a los tradicionales dulces de sartén, como las floretas, que en otras regiones se llaman hojuelas, a los pestiños, a los bartolillos, a los tirolillos o sacatrapos y que se suman a otro tipo de dulces como los chochos charros o las mantecadas. Son el dulce más típico de la Cuaresma y de la Semana Santa y como pocas cosas son por casualidad, el éxito de las torrijas se debe sobre todo a que son buenísimas.
Las torrijas típicas salmantinas se bañan en leche. Es verdad que pueden introducirse en vino, añadir una copita de anís, que es frecuente práctica andaluza, en natillas líquidas o en almíbar, lo que se hace sobre todo en la repostería industrial, pero la leche, que puede aromatizarse con canela y endulzarse con miel sigue siendo el elemento tradicional de nuestra zona. Hoy se elaboran panes especiales para hacer torrijas, de corteza fina, mucha miga y amasados con mantequilla, que hacen que el producto final sea más esponjoso y menos pesado. En algunas ocasiones podrá encontrar torrijas cuadradas, hechas con pan de molde, pero además de no ser el ideal denotan una cierta prisa, que para nada es buena y menos para hacer la tradicional torrija, que aunque modesta tiene su orgullo.
No hay receta, porque cada uno introduce particularidades, para que el resultado final sea exclusivo y poder conseguir las mejores torrijas del mundo, pero yo voy a optar por la forma que las hace una amiga mía, salmantina por supuesto, y que obtiene un resultado excelente. Le ha costado darme su receta pero al fin lo ha hecho.
Receta de torrijas (como las hace mi amiga salmantina)
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“Ingredientes:
Una barra de pan especial para torrijas de tres cuartos de kg.; un litro de leche; cien gramos de azúcar; una rama de canela, canela en polvo; miel; aceite de oliva y huevos.
Elaboración
Se corta el pan en rebanadas de un centímetro de espesor y las ponemos en remojo en leche que se ha hervido con la rama de canela, una cucharada grande de miel y el azúcar. Dejamos que reposen las rebanadas al menos durante una hora, las pasamos por huevo batido y las freímos con abundante aceite de oliva. Las colocamos en papel secante y las rebozamos en una mezcla de azúcar y canela en polvo”
Comer una solo puede ser insuficiente, pero tampoco deben ser más de dos, aunque la operación puede repetirse varios días, que la Cuaresma es muy larga...
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