Reportajes : Temáticos

¡La fruta está de temporada!

“Somos blancos, somos verdes, somos negros y amarillos, somos todos diferentes y estamos muy unidos”. ¿Cuántas veces escucharíamos esta famosa y pegadiza canción, bien por canijos o por ser padres y abuelos acompañando a los anteriores?

Es la sintonía de la serie infantil “Los Fruitis”, tantas y tantas veces tarareada a nuestro alrededor. Y es que desde bien pequeños recordamos a nuestros padres hablándonos de las bondades de la fruta, pero testarudos como niños nunca lo entendimos. Entonábamos la canción por los dibujos sin saber que el objetivo era el mismo que el de nuestros progenitores: que aprendiésemos que la fruta es sana, fresca y divertida.

Si el consumo de fruta es recomendable durante todo el año, en verano todavía más. Al estar compuesta en un gran porcentaje por agua, aporta una hidratación complementaria, ideal para combatir las altas temperaturas. Además, la mayoría tiene bajo contenido calórico, por tanto podemos llenar nuestro estómago sin temor a que repercuta en nuestra figura.

Pero como no sólo se vive de la figura, parece necesario subrayar las virtudes de la fruta para nuestra salud. Los aportes vitamínicos y sus funciones reconstituyentes suponen un remedio y un refuerzo natural para combatir y evitar ciertas dolencias.

Como ya ha comenzado la temporada de verano y con ella las frutas que no hay en el invierno, merece la pena hacer un repaso a las opciones que nos brinda esta estación del año:

 

- La sandía y el melón: son dos de las frutas más acuosas de la temporada. La primera, originaria del antiguo Egipto y el África Tropical, es la fruta de mayor tamaño puesto que puede alcanzar un peso de hasta 10 kilos; no por la consistencia de su pulpa sino por el 93% de agua que la compone. El melón, otra de las frutas más degustadas en verano, contiene un 80% de agua. La necesidad de climas cálidos para su cultivo provoca que muchos países lo importen de zonas tropicales. Entre los productores, España es el mayor de la UE, pues la cuenca mediterránea destina gran parte de sus cultivos al mismo.

- El melocotón y el albaricoque: vinculados por familia y origen, pues se ha demostrado la presencia de ambos en el año 3.000 A.c. en el Gigante Asiático. El albaricoque procede de las zonas templadas de Asia y África, cautivó junto con el melocotón a los romanos del imperio y ellos fueron quienes lo extendieron en el viejo continente. El melocotón sin embargo, estuvo presente en el Antiguo Egipto y en Grecia (330 A.c.), pero no llegó a Europa hasta la Edad Media. Los árabes lo introdujeron en España y Colón pasó el testigo a América.

- Las cerezas: El origen de las mismas se sitúa en el oeste de Asia (Cáucaso, mar negro, mar caspio) y el sureste de Europa. Se cultivan y consumen en EEUU, Rusia, Francia y Alemania, pero una de las zonas productoras más tradicionales se encuentra en España: El Valle del Jerte (Cáceres).

- Las ciruelas: También de procedencia indoeuropea, nacidas en Persia y Anatolia, actualmente se producen en países como Argentina, Sudáfrica, Chile, Italia y Francia. En la Península Ibérica se producen en Aragón, Lérida y Sevilla.

Además de las más comunes ya nombradas, existen riquísimas frutas de temporada a la venta en mercados y fruterías, menos populares por su menor consumo pero también con excelentes propiedades:

- Las grosellas y los arándanos: Las grosellas son frutas ideales para los para los regímenes de adelgazamiento debido a la gran cantidad de agua que las compone (90%) y su bajo contenido calórico (44 kl. or cada 100 gr.). Los arándanos, segundo fruto rojo en cuestión, surgen en las laderas de los caminos o en los bordes de los riachuelos, cuando crecen de forma silvestre. Aunque proceden de Asia y Europa, cada temporada cobran mayor importancia los cultivados en Huelva y Asturias.

- Los nísperos: China es su lugar procedencia, pero en España se produce en la comarca de Callosa d´en Sarriá, provincia de Alicante.

- El mango: Es el fruto nacional de la India y su país de origen, existe constancia de su presencia, desde hace 6.000 años, en las tribus más antiguas del trópico. En España, las productoras por excelencia de esta fruta tropical son Málaga, Granada y las Islas Canarias. En la actualidad se cultiva en países como Sudáfrica, Israel o Egipto y está presente en todo el continente americano. Su particular sabor le ha llevado a formar parte de la alta cocina y aunque está delicioso no se debe olvidar que posee un gran contenido calórico.

 

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