Los trucos para preparar el clásico del verano: la ensaladilla rusa
Lunes, 1 de Agosto de 2016
Hosteleriasalamanca.es / Por Cristina Fuentes
|
En una paloma, triturada o entera, con más o menos mayonesa… Hay mil formatos de ensaladilla rusa. Y es que, es el plato predilecto de los españoles durante el verano, no obstante, se come por todo el mundo, por lo que tiene mil y una recetas diferentes. Pero hay unos preceptos básicos que no deben fallar para conseguir la combinación perfecta. ¡Atentos!
Como decíamos, hay mil formas diferentes de hacer una ensaladilla rusa, pero si queremos hacer una en condiciones no pueden faltar los básicos: patata, zanahoria, atún o bonito, huevo duro picado, guisantes y, por supuesto, mayonesa. Debemos dejar a un lado las hierbas aromáticas, la lechuga o el tomate, que no van bien a esta preparación.
Las patatas son una parte vital de esta ensalada veraniega, por lo que hay que cuidar su cocción. Se deben cocer sin pelar unos 25 minutos y, al terminar, hay que comprobar pinchando con un cuchillo hasta el fondo que estén bien hechas. Es importante que las introduzcamos cuando el agua aún esté fría para que vayan aumentando su temperatura gradualmente. Después, podemos elegir si aplastarlas o solo trocearlas. Para gustos los colores, eso sí, si las aplastamos, tenemos que tener en cuenta que no estamos haciendo un puré.
La mayonesa es el otro punto clave. Lo recomendable es no usar salsa de bote, sino hacer una casera a base de huevos frescos, aceite de girasol y vinagre. Si queremos añadir más sabor, podemos agregar un poquito de aceite de atún o bonito, o incluso zumo de limón. ¿Y la textura? Ni muy líquida ni muy espesa, lo ideal es un punto intermedio cremoso para que conjugue bien con el resto de ingredientes. Respecto a cantidades no hay nada escrito, pero mientras los ingredientes no queden flotando ni quede muy seca, estará bien.
Si queremos prepararla para tomarla al día siguiente o dentro de unas cuantas horas, lo tenemos muy fácil. Al ser una ensalada que se sirve fría, nos puede aguantar perfectamente en el frigorífico. Eso sí, sin la mayonesa. Esta se debe añadir en el último momento antes de servirse, porque se podría cortar.
Como decíamos, en algunas regiones de España es muy tradicional comerla en una paloma, o sobre un cuero, una corteza de trigo seca. Hay dos formas de hacerlos: la más sabrosa es friéndolos en aceite bien caliente durante unos segundos -¡con cuidado de no quemarnos!-, pero si preferimos prescindir de la grasa, también los podemos hacer al microondas de dos en dos, calentándolos un minuto aproximadamente.
Y, finalmente, llega la presentación. Podemos encontrar formas de lo más variopintas que llegan a lo rococó y con ingredientes de todo tipo. Pero en estos casos, más es menos. Con una capa de mayonesa con un poco de huevo duro y unas tiras de pimiento de piquillo, quedará bonita y lo que es más importante… ¡deliciosa!
Artículos relacionados |
Comentarios
No hay comentarios
|
|
Compártelo |