La cocinera del restaurante Bambú, Toñi, se jubila tras 16 años de intenso trabajo
Viernes, 23 de Junio de 2017
Hosteleriasalamanca.es / Estela López
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Los fogones de la cocina del restaurante Bambú se apagarán, definitivamente, para Toñi tras dieciséis años de intenso trabajo en el establecimiento. Esta cocinera, de 65 años, comienza una nueva y merecida etapa. ¡Hemos hablado con ella y conocido su trayectoria!
Antonia García Hernández.
Antonia García Hernández, más conocida como Toñi, se despide del lugar en el que ha pasado los últimos dieciséis años de su vida. Hablamos del restaurante Bambú – situado en la calle Prior- donde ha coordinado, durante este tiempo, la cocina del establecimiento.
Responsable, trabajadora, ordenada, disciplinada y exigente. Así es Toñi –en la cocina y fuera de ella-, y es que, a sus sesenta y cinco años, considera que es el momento de descansar y de pasar tiempo con su familia y amigos.
Precisamente, en menos de un mes apagará los fogones de la que ha sido su casa durante este tiempo, aunque, permanecerá en su recuerdo las vivencias acontecidas en el Bambú. En esta línea, Toñi cuenta que comenzó trabajando en una cocina de escasamente 10 metros, con 4 fuegos y dos freidoras, donde preparaba platos muy demandados en ese momento: patatas bravas, chanfaina, patatas meneás, paella, callos, albóndigas, oreja… En definitiva, la seña de identidad de esta cocinera salmantina son los guisos tradicionales, sin olvidar el cabrito frito y asado, ¡todo un emblema en la ciudad!.
Antonia García Hernández.
Previamente, Toñi realizó un curso de restauración en la ciudad y partió a París, donde pasó diecisiete años. A su regreso, recaló en el restaurante Bambú, donde recibió enseñanzas culinarias de Eunice Fortes, fundadora del local y abuela de José Manuel Pascua, actual gerente del establecimiento, quien habla emocionado de Toñi: “para mí, es de la familia, siempre es capaz de resolver situaciones complicadas”.
Interior del restaurante Bambú.
José Manuel junto con los diecinueve trabajadores que conforman la plantilla del Bambú, echarán de menos el saber hacer, la predisposición y la cocina de Toñi, que sin duda, ha sabido inculcar a quienes la sucedan. Así, la esencia del establecimiento se mantendrá por los siglos de los siglos. A nosotros, tan solo nos queda desearle a Toñi una feliz y merecida jubilación.
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