Pilar Tejedor, la arquitecta de tartas

Arquitecta de profesión, Pilar Tejedor descubrió el fondant por casualidad en internet. Ella buscaba ideas para una tarta de cumpleaños y encontró un remedio contra la crisis económica: tartas y galletas que se han convertido en auténticos objetos de admiración.

El fondant es una crema pastelera de azúcar que se utiliza como recubrimiento y que se puede moldear a gusto del consumidor. Su versatilidad es tan amplia como la imaginación del pastelero, lo que permite hacer creaciones impresionantes y llenas de detalles. Eso fue lo que atrapó a Pilar Tejedor, una mujer que heredó de sus abuelos, panaderos de profesión, la pasión por la cocina y el dulce. Pilar todavía recuerda las perronillas, mantecados, rosquillas o magdalenas de nata de su abuela. “Eran para morirse de buenos”, afirma
“Al principio me pareció curioso y por eso me puse a investigar más cómo podía trabajarla, y hacer algo parecido. Empecé con lo más sencillo, las nubes, pero acabé haciendo tartas”, subraya, antes de dar las gracias a “la gente generosa que en internet te cuenta cómo hacerlo, permitiendo que los demás aprendamos”.

Y así, de la curiosidad nacieron las primeras tartas. En su interior, bizcocho mezclado con la crema que más guste al comensal. En el exterior, un recubrimiento de fondant que permite hacer tartas de pitufos, princesas, Bob Esponja o lo que la imaginación sueñe.

Pilar experimentó con su familia y amigos su nueva destreza. Cautivados por su arte, quisieron aprender y empezó a dar cursos sobre una técnica poco conocida en Salamanca. El boca a boca, y su blog Tartasy nubes hicieron el resto. A sus clases empezaron a llegar gente de otras ciudades como Ponferrada o Pontevedra. “Que venga gente desde tan lejos para que le enseñe es muy gratificante. ¡Es lo mejor de todo!”, afirma mientras una sonrisa ilumina su rostro.

Para acudir a un curso de Pilar no hace falta experiencia. Si es de tartas, que dura una siete u ocho horas, ella indica previamente cómo hacer el bollo. Si es de galletas, el aprendizaje empieza con la elaboración de las galletas. Después, es cómo jugar con plastilina.

Entre tarta y tarta, Pilar siguió investigando y llegaron las galletas decoradas. “La verdad es que son muy divertidas y tienen mucha mejor aceptación, porque las tartas son más caras y la gente se corta más a la hora de comprar”, comenta. Una de las ventajas de esta técnica es que cada pieza se puede personalizar a gusto de consumidor.

Con el mundo de la construcción parado, esta arquitecta encontró una salida a la crisis en la repostería de autor. Bodas, comuniones, bautizos o cumpleaños son eventos donde las tartas o galletas de Pilar ponen la singularidad. Además, son una buena opción como regalo. “Ahora hago muñecos, que dan mucho juego y tienen mucha aceptación para las comuniones. También las mesas de dulces están funcionando muy bien en las bodas, donde se pueden combinar con chuches, chocolates teñidos del color de las mesas... Lo último son unas bolas de bizcocho bañadas en chocolate que van con un palito, como si fuera una piruleta y gustan mucho”, explica.

El fondant es “un mundo lleno de imaginación, en el que haces cosas distintas cada día. Además, la parte que te contrata también interviene en el proceso de elaboración, porque te cuenta cómo le apetece, qué sabores quiere… Es una labor creativa de dos, aunque otras personas prefieren dejarte libertad”, indica.
Una libertad que también se puede aplicar a la parte gastronómica, pues las tartas o las galletas pueden saber a cualquier cosa. “Puedes mezclar de todo. Acabo de hacer una tarta que forré con una crema de queso y nata blanca, a la que luego le puse encima las galletas”, comenta.

Actualmente Pilar además de los cursos que imparte y los encargos que elabora, colabora con una empresa que organiza bodas y la pasada Navidad, sus galletas se convirtieron en los regalos que envió la CNN.

“Recuerdo todas y cada una de ellas. Todas son especiales y ver la cara de quien las recibe, es algo que no tiene precio" afirma con la certeza de que sus creaciones siempre dejan a alguien con la boca abierta.