Rocío y Alberto (En la Parra), un amor dentro y fuera de los fogones

La chef y el sumiller comparten vida familiar y trabajo en el restaurante con estrella Michelin. ¿Cómo es pasar casi las 24 horas con tu pareja? Hoy, Día de San Valentín, nos los cuentan en HosteleríaSalamanca.

Llego pasado el mediodía al restaurante En la Parra, con una estrella Michelin, y ya se nota que falta menos de una hora y media para comenzar el servicio. Rocío está tensa, como buena chef, preparando todo y supliendo la ausencia de la persona encargada de los postres. Del otro lado Alberto pone el punto de tranquilidad necesario para parar diez minutos, hacer la entrevista y continuar con el trabajo. 

El objetivo es que hoy, con motivo del Día de San Valentín, puedas conocer la faceta más personal de una pareja que comparte vida y trabajo, es decir que está prácticamente junta las 24 horas del día, dentro y fuera de los fogones, dentro y fuera de uno de los mejores restaurantes de nuestra ciudad, como así lo acredita la Guía Michelin.

Pregunta obligada, "¿Cómo os conocisteis?", es hacerla y Rocío cambia completamente. Olvida la tensión por unos minutos y retrocede en el tiempo hasta el año 2010... La chef, madrileña de nacimiento, trabajaba por entonces en el restaurante Cocinandos en León -también con una estrella Michelin- cuando llega Alberto, salmantino de pura cepa. La química surge allí, trabajando, pero no fue hasta 2012 cuando comenzaron una relación que ni un viaje a Londres de Alberto pudo separar. 

La intención del sumiller de En la Parra era permanecer un tiempo en el extranjero para formarse, pero finalmente la 'aventura londinense' no llegó a medio año de duración... "Como había empezado con Rocío pues me vine antes", asegura Alberto, a lo que Rocío le contesta entre risas, "Me echabas de menos, di la verdad".

¿Cómo llevan trabajar y vivir juntos? "Pues muy bien", aseguran ambos. Y es que cuentan con la ventaja de así fue como se conocieron, trabajando, con la presión que se vive en un restaurante día a día, así que no ha supuesto ningún cambio para ellos. Además, según cuenta Rocío "nos compenetramos bien, él tiene su terreno y yo tengo el mío, intentamos no pisar el uno el del otro, respetar la parcela de cada uno y no llevarnos los problemas a casa". 

Ahí está quizás la clave, porque como explica Alberto, "yo creo que fuera conseguimos desconectar al 80%, eso no quita que podamos tener alguna microreunión entre nosotros, o comentar algo en nuestro día de descanso, pero normalmente el tiempo que pasamos en casa es para las niñas, los amigos, la familia y para disfrutar de nuestro ocio". 

Comienza el proyecto de En la Parra

En 2015 Rocío y Alberto decidieron poner en marcha su propio restaurante y nació En la Parra, con un concepto muy parecido al de Cocinandos, pero ubicado en Salamanca, la tierra de Alberto. Desde entonces no han parado de trabajar para conseguir la excelencia, que llegó en forma de reconocimiento en 2020 con su primera estrella Michelin -la cual mantienen desde entonces- y con su primer Sol Repsol un año después, en 2021. 

¿Lo mejor y lo peor de vivir y trabajar juntos? "Lo mejor que compatibilizamos muy bien el tema familiar, porque cuando no está el uno está el otro y nos apoyamos mucho en ese sentido, tanto dentro como fuera", asegura Alberto. 

En cuanto a lo peor no está tan claro... para Alberto "que tal vez necesitemos un poco más de oxígeno en algún momento dado, porque como estamos todo el rato viéndonos", pero Rocío, como buena mujer, madre y trabajadora, asegura que su "oxigenación", cuando la tiene, no es la misma, ya que siempre está pensando en las niñas, los deberes, las actividades, la casa y mil cosas... Eso sí, reconoce ciertamente que es un problema que llevamos intrínseco las mujeres. 

¿Quién manda en el restaurante y quien en casa? La respuesta parece clara para Alberto, que sin dudarlo afirma: "Rocío con mayúsculas y negrita", pero ella entre risas asegura que pese a que reconoce ser muy planificadora y organizada, toma siempre las decisiones importantes de forma conjunta con Alberto.

Por último quiero saber si Alberto se atreve a meterse en la cocina en casa -en el restaurante es territorio de Rocío- y sí lo hace. Fríe algún filete, tortilla, pizza... prepara algunas cenas sencillas, "no hago filigranas, pero lo que come la gente en casa sí". Aunque es cierto que la chef lleva más el peso de la cocina también en su hogar, "al final en casa comemos comida normal, filetes a la plancha, pescado a la plancha, algún frito, ensaladas, de todo un poco", puntualiza Rocío.

Esta semana de San Valentín tienen el restaurante prácticamente lleno todos los días, eso sí, "de mesitas de dos personas", y ambos reconocen que si hubiera coincidido el Día de los Enamorados con su jornada de descanso lo tienen claro, no lo hubieran cambiado, "Nos habríamos ido a disfrutarlo los dos juntos".