Recuerdos de infancia de la matanza familiar

Lunes, 14 de Febrero de 2022
HosteleriaSalamanca.es

Recuerdo con nostalgia la matanza familiar que se hizo durante toda la vida en casa de mi abuela: sus olores, la camaradería entre amigos y familia, los platos matanceros para entrar en calor y recuperar fuerzas... Todo ello ilustrado con fotografías con las que servidora retrató una jornada de matanza en casa en el año 2007.

Estamos en época de matanza, que requiere de fríos y heladas para curar convenientemente los jamones y longanizas. No hace tanto en nuestra provincia había cientos –¡miles!- de matanzas domésticas, casi en cada casa de cada pueblo y de cada finca. Hoy en día ese tipo de matanzas, más íntimas y familiares, han quedado casi en el olvido. Muchos factores han influido en ello: la avanzada edad de las generaciones anteriores, la mentalidad de las nuevas –menos sacrificadas y con una vida alejada del ámbito rural- y la confortabilidad y estabilidad económica alcanzada por nuestra sociedad, que no depende del autoabastecimiento para “alimentar bocas” durante el largo invierno.

Uno de los cerdos criados y cebados en casa antes de ser sacrificado

Lo cierto es que participar en una matanza resulta tan duro como gratificante. Siempre por estas fechas me gusta rememorar la matanza que se hizo durante toda la vida en casa de mi abuela paterna. La última a la que acudí fue en el 2007, con 25 años, y curiosamente fue la primera vez que me propuse hacer buenas fotografías (las que ilustran este artículo) consciente de que en un futuro no muy lejano esa tradición acabaría perdiéndose, como efectivamente sucedería años después. 

A las matanzas en casa de mi abuela acudía prácticamente toda la familia (hijos, nueras, yernos, nietos...) y un buen puñado de vecinos del pueblo, que de buen grado trabajaban duro, sabiendo que cuando les tocara el turno también se les echaría una mano. Lo cierto es que la matanza se vivía con ilusión, era algo que unía mucho a familiares y amigos de todas las edades y cada cual ayudaba en la medida de sus posibilidades.

Mi abuela supervisando los cerdos recién sacrificados

Mis tías limpiando los intestinos

Recuerdo frías mañanas con nieblas densas y el grito ahogado de los tres marranos tras ser degollados. No olvido el hedor de los intestinos, que había que limpiar y blanquear, a mi abuela "dando órdenes" y revisando cada paso del proceso y los platos matanceros que mi tía preparaba para el almuerzo: sangre encebollada, alubiada, espinazo con patatas y torreznitos asados al calor de la lumbre. Recuerdo también a Modesto, Anuncia y Blas, buenos amigos de mi padre y su familia, siempre de buen humor y dispuestos a trabajar. También recuerdo a las las mujeres con el pelo bien recogido (con horquillas, gorras, pañuelos…) y ataviadas con ropa vieja de abrigo y mandiles de tela prehistóricos del grosor del papel de fumar. 

Los hombres descuartizando el animal
Mi abuela preparando sangre encebollada

Chorizos, salchichones, farinato, chichas –¡qué ricas recién adobadas con pan y un huevo frito!-, cinta de lomo… el cerdo se transformaba en un verdadero festín de elaboraciones. ¡Y sus patas! que se salaban y se colgaban del techo durante interminables meses. En la despensa y la propia cocina de mi abuela siempre hubo patas de cerdo colgadas, que goteaban en ocasiones sobre nuestras cabezas mientras desayunábamos junto a la gran chimenea, siempre encendida en invierno. ¡Y qué frío pasábamos en la casa de mi abuela! Tanto que hasta utilizábamos orinal por la noche para evitar desplazarnos hasta el baño. ¡Toda una experiencia!

Familia y amigos tras la primera jornada de matanza en el 2007 (servidora incluida en el centro)

La avanzada edad de mi abuela, que hoy se encuentra ingresada en una residencia, y la retirada de los cerdos caseros que criaban y cebaban para el sacrificio (hoy compran la carne para adobarla y elaborar algunos embutidos que en nada se parecen a los de antaño) ha acabado con esta entrañable estampa de mi infancia que hoy he querido compartir con todos vosotros.

Eva González Hernández
Directora de Hosteleriasalamanca.es
IG: 
@evagonzalezperiodistagastro
eva@hosteleriasalamanca.es




Artículos relacionados

Comentarios

No hay comentarios


Nuevo comentario

Nombre
Comentario
Verificación Responde a esta sencilla pregunta para comprobar que no eres un robot.

¿Qué resulta de sumar 7 y 6 ?
  Acepto las normas de participación.
  Acepto la política de privacidad.
  Acepto las condiciones generales de uso.
 

Información básica sobre protección de datos
Responsable: COMUNICACIONES INTERLINK, S.L.
Datos de contacto DPO: info@internacionalweb.com
Finalidad: Realizar una correcta gestión del servicio solicitado, así como informarte de mejoras o novedades en nuestros productos y servicios.
Base jurídica en la que se basa el tratamiento: consentimiento del interesado al suscribirse..
Destinatarios: no se cederán datos a terceros, salvo obligación legal o salvo a empresas proveedoras nacionales y encargados de tratamiento.
Derechos: acceder, rectificar y suprimir los datos, así como otros derechos como se explica en la información adicional.
Información adicional: puede consultar la información adicional y detallada sobre Protección de Datos en: https://www.hosteleriasalamanca.es/adaptacion-rgpd.php.

 

Compártelo