10 curiosidades sobre el jamón que no conocías
Viernes, 9 de Agosto de 2019
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El jamón, ese producto tan ibérico, tan genuino y tan propio. Es uno de los protagonistas de las cartas de muchos de los restaurantes (sobre todo en nuestra tierra, Salamanca). Pero, ¿alguna vez te has preguntado qué sabes sobre el jamón?
Aquí te dejamos algunas curiosidades sobre uno de nuestros productos favoritos, ¡el jamón ibérico!
Sabías que fueron los romanos los que empezaron a conservar las patas de cerdo, dando origen al primitivo jamón. Esto lo sabemos, entre otros vestigios del pasado, porque se halló un jamón fosilizado de casi 2.000 años de antigüedad en la ciudad de Tarragona, antuga Tarraco.
Jamón de Ibéricos Guillén
Allá por el año 300, el emperador Diocleciano fijaba el precio del jamón y la paleta en 20 denarios la libra itálica, ¡todo un producto de lujo!. Además había monedas acuñadas de curso legal que demuestran la importancia de este producto gourmet de la época romana.
En la Edad Media, para elegir el terreno donde construir un edificio, se clavaba un palo con un pernil (jamón) fresco y se dejaba orear. Si el jamón se curaba correctamente, se consideraba el lugar idóneo para construir el edificio. Dicen que, siguiendo esta tradición, se buscó el enclave del Monasterio de Santa María de Poblet (Tarragona).
Se dice que el rey Alfonso XIII, durante una visita a Cádiz se detuvo en una venta a pie de playa para tomarse un jerez. Mientras degustaba el vino se levantó un fuerte viento que amenazaba con llenarle la copa de arena y el ventero cortó una loncha de jamón y la colocó sobre el vaso del monarca…y de ahí surgió el origen de la “tapa“.
La tradición de colgar los jamones para secar arranca en los primeros años de la Inquisición moderna (Siglo XV), en que los comerciantes colgaban jamones de los techos de sus tiendas para manifestar que eran cristianos y no judíos, evitando así problemas.
Jamones de La Hoja del Carrasco
Al jamón se le atribuye el sabor que los japoneses definen como el “umami” (sabroso), uno de los cinco sabores básicos de su cultura junto al dulce, salado, ácido y amargo. Esta palabra, umami, la propuso el profesor Kikunae Ikeda (1864-1936) y deriva de “umai”(delicioso) y “mi”(sabor).
Es muy común que nos digan que este jamón es “pata negra”, pero ojo, no siempre es cierto, pues actualmente las agrupaciones raciales de cerdo Ibérico del tipo colorado supera a la de capa negra, que hoy predomina notablemente. La expresión correcta es jamón ibérico.
Cerdos en la dehesa de Beher
El jamón Ibérico, además de buenísimo, aporta vitaminas B1, B6, B12 y ácido fólico, muy beneficiosas para el sistema nervioso y el buen funcionamiento del cerebro. Asimismo tiene un alto contenido en vitamina E, con capacidad para actuar como antioxidante, además de hierro, fósforo, potasio, sodio, magnesio y calcio.
Hipócrates de Cos, una destacada figura de la medicina griega recomendaba a los enfermos el consumo de jamón. Y de hecho, en los hospitales de la ruta Jacobea (como en el Hospital de San Nicolás de Burgos) se daba de comer jamón a los peregrinos enfermos por su alto valor nutritivo.
En la Basílica de San Isidoro de León, en la bóveda del panteón de los Reyes, se conserva un calendario del Siglo XII, con las labores agrícolas y ganaderas, destacando en el mes de octubre la escenificación de la montanera de los cerdos y en noviembre el ritual de la matanza (allá por San Martín).
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