Trucos para pelar una calabaza sin incidentes con el cuchillo

Cortar este fruto típico del otoño a rodajas, hornearlo o congelarlo son algunos trucos para pelar la calabaza más fácilmente

Te habrá pasado alguna vez: llega el otoño, compras una estupenda calabaza que te servirá para preparar todo tipo de recetas, tanto dulces como saladas, y se te plantea un problema peliagudo. ¿Cómo pelo la calabaza sin amputarme una mano?

El hecho de que pesen considerablemente y que tengan esa piel dura y cerosa y esa carne tan prieta que la hacen parecer la ballena de los vegetales, complican bastante la operación de pelar con éxito una calabaza. Como no queremos que termines en urgencias esta temporada (ni en ninguna, ni tampoco pelando castañas), en RTVE han preguntado a distintos cocineros y colaboradores cuáles son sus trucos para pelar la calabaza.

En pequeños trozos

Parece lógico, pero sabemos que no todos operamos con la misma lógica en la cocina. Cortar la calabaza primero en pequeños trozos es el truco de Anna Mayer que aún le conserva las dos manos. “Así son más fáciles de pelar. Yo prefiero hacerlo con cuchillo cebollero afilado en lugar del pelador.

Con pelador (especial para calabaza)

A diferencia de Mayer, la cocinera de El Ferrer de Tall, Maria Nicolau, prefiere utilizar el pelador. “Si la calabaza está cruda, quito un extremo cortándolo con el cuchillo. Luego la pelo tranquilamente por el pelador, que entra fácilmente hasta la pulpa por donde he hecho el corte. Así, evitamos que el pelador resbale por la piel cerosa”.

Por su lado, Kike Gallardo aconseja usar un pelador especial para calabazas: "son algo más anchos y permiten ir pelando más centímetros en cada movimiento". Sobre todo, indica hacerlo una vez hemos conseguido una base plana, tal y como explicamos a continuación.

Buscar la base plana

El cocinero del restaurante Petit Pau, Pau Gascó, cuenta que es esencial poder apoyar bien la calabaza, por lo que propina unos cortes en sus extremos. “Esto funciona para la calabaza violín y para la calabaza más chata”. Luego, cuenta Gascó, separa la parte que contiene las semillas de la que no. “La parte sin semillas la pelo como si pelara una piña entera. Y la parte que tiene semillas, primero la pelo y luego le quito las semillas”.

Hornearla

También Gascó anota que las calabazas chatas y más rugosas son algo más complicadas porque tienen la piel más dura. “¿Hace falta pelarlas? Muchas veces, las meto en el horno y, cuando están cocidas, las vacío con una cuchara”. Además, recuerda: “hay que usar cuchillos bien afilados, porque con los que no lo están, haces más fuerza, por lo que la herida puede ser mucho mayor”.

Cocerla brevemente

A Inma Garrido no hay calabaza que se le resista porque tiene un truco infalible, además del de buscar la base plana: “si voy a hacerla cocida, la cuezo unos minutos con la piel para que se ablande un poco. La saco, la pelo y la vuelvo a poner a cocer”. Sencillo y resultón. A sus pies.

A rodajas

Fernando Sáez, heladero de Obrador Grate, es el claro ejemplo de que la calabaza también sirve para elaboraciones dulces. Él la corta como un melón, a rodajas o tajadas, la apoya por el lado de la piel y así la rebana. Detalle importante: “hay que tener una buena tabla y un buen cuchillo”, señala Sáez.

Bola extra: congelarla

“Si vas a guisar la calabaza para hacer cremas o purés, lo mejor es congelarla una vez pelada y descongelarla. Así, sus fibras se rompen y es mucho más sencillo y rápido cocinarla, y resulta una textura mejor”, indica el heladero.

Fuente: RTVE