La gastronomía y el teatro
Viernes, 6 de Julio de 2007
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Siempre he considerado el comedor de un restaurante como un escenario teatral donde se representa una función. Más que eso. Un restaurante, si lo analizamos, es como un gran teatro. Recepcionista, metre, camareros, mozos, actores que deben comportarse ante un publico que les observa, andares, maquillaje, vestuario, dicción… Entre cajas, o sea, detrás del decorado, cocineros, ayudantes y pinches, procurando que se respeten los “tempos” y pausas, temperaturas adecuadas, decoraciones y sabores completamente fieles a lo que, en su día, escribió el autor/creador de cada plato. Detrás de las bambalinas, una correcta iluminación y tanto en un sector como en otro, la limpieza diaria, constante y a fondo. Fundamental. |
De la misma manera que la frescura en el decir los diálogos es de vital importancia para el espectador sentado en su butaca, lo es para el comensal que, sin lugar a dudas, sabrá apreciar iguales condiciones en los productos cocinados y servidos con gracia y profesionalidad. Si el autor de la obra no estuvo acertado cuando la llevo al papel, si el director no ha sabido construir una digna realización, en definitiva, si el espectador no queda satisfecho, el fracaso más absoluto planea implacable sobre las cabezas de quienes no supieron “dar la talla”.
Analizado, visto así, se impone el ruego a quienes, sin demasiada responsabilidad, se atreven a colgar un letrero sobre el portal, cual reclamo, que reza “restaurante” y el ruego es, que antes de cometer tal tropelía, estudien bien sus posibilidades de éxito tanto comercial, publicitario y de público. Poner un restaurante y echarlo a andar, cuesta tanto o más que levantar un telón y ninguna de ambas actividades son una broma.
Juan Santamaría
Chef Director Restaurante Cala Fornells.
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