Carmen Cruz gana el I Concurso de Tapas de la Escuela Hostelería Salamanca

Carmen Cruz conquistó a los seis miembros del jurado con una tapa de toda la vida, muy bien presentada y con una elaboración perfecta. Su Milhoja de lengua estofada se impuso a las trece tapas restantes, todas ellas elaboradas por alumnos del curso de Ayudante de Cocina, que se ha celebrado durante el último mes y medio en las instalaciones de la Escuela de Hostelería Salamanca con la colaboración del Ayuntamiento salmantino.

Todos los alumnos eran personas que se encontraban en la lista del paro, buscando una oportunidad y la encontraron en este curso, de 200 horas en la Escuela, impartidas por el profesor Raúl Sánchez, y otras 100 de prácticas en empresas hosteleras de Salamanca.

Aunque la formación la iniciaron 15 alumnos, uno de ellos encontró trabajo mientras aprendía, por ello han sido 14 los que han presentado a concurso tapas, que como única condición no podían superar el euro de valor. El jurado tuvo la oportunidad de probar un Minitamal; un Takati de solomillo ibérico al ajonjolí y salsa de coca cola; una Brocheta de verdura y bolitas de salmón y queso en cama de pimiento; Bolas huecas de jamón con champiñones; Rollito de bacon relleno de carne y salsa de setas; o un Avocado farciti con salmón, entre otras tapas.
 

Sin embargo, el jurado compuesto por Cristina Klimowitz, concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades del Ayuntamiento de Salamanca; Teresa Alfonso, Jefa de Servicio de Mujer, Empleo e Igualdad de Oportunidades; Ricardo Gómez, director de la Escuela Hostelería Salamanca; Eva González, directora de nuestra revista digital Hosteleriasalamanca.es; Carlos Barco, chef de restaurante Tablanca y David Monaguillo, responsable del blog Pecadosdemonaguillo, apostaron por las Milhojas de lengua estofada dentro de un concurso que reconocieron estuvo muy igualado.

Su creadora busca que este curso la ayude a incorporarse al mundo laboral de la hostelería. “Era ama de casa pero hace años hice técnico de hostelería en Barcelona, cuando en Salamanca no había escuela. Ahora quería reciclarme y buscar una oportunidad dentro de lo que me gusta, la hostelería, la cocina”, indicaba entre lágrimas de emoción Carmen Cruz.

Su tapa pretendía ser un homenaje a su madre. “La lengua estofada es un plato que siempre se ha hecho en casa. Tiene una elaboración lenta y por separado. Hay que cocer las lenguas, que encontrarle el punto de cocción y que no se pase es complicado. Hay que pochar la cebolla aparte. Es una elaboración lenta”, explica.

Sus prácticas serán en la Hacienda Zorita y reconoce que tiene mucha ilusión por empezarlas. “La escuela es una cosa pero la realidad es otra, seguramente muy dura pero también muy emocionante y estoy encantada con iniciarlas”, aseguraba minutos después de recibir el premio y el reconocimiento de sus compañeros.

Los miembros del jurado destacaron la calidad de las creaciones. En ese sentido, Carlos Barco aseguró que desde el punto de vista del cocinero “es increíble el nivel que habéis conseguido en un mes de trabajo. Es un nivel muy homogéneo, lo que significa que los profesores han currado mucho y bien. Además, hay pinchos en este concurso que están mejor que el 90% de los que se encuentran en las barras de los bares de Salamanca”.

Esta última afirmación fue respaldada por Eva González, quien además invitó a los alumnos a seguir formándose y a esforzarse durante sus prácticas " la hostelería es un trabajo duro sobre todo por la carga horaria, pero muy creativo y emocionante para aquel que disfruta con él".

Por su parte, Ricardo Gómez, director de la Escuela Hostelería Salamanca, decidió premiar el esfuerzo de los 14 participantes regalándoles un taller y un curso de formación, que era el premio original para el ganador. Además, de esas dos acciones formativas, Carmen Cruz recibió un set de utensilios de marisco.