El Año del Perro llega a China

El pasado 16 de febrero, China dio la bienvenida al Año Nuevo, marcado por el signo del perro. Os contamos el significado que tiene y las particularidades gastronómicas de esta curiosa celebración.

El Año Nuevo Chino dio comienzo el pasado viernes, 16 de febrero. Siguiendo su propio calendario - introducido por el emperador Huang Ti en el año 60 de su reinado y que se rige por los ciclos lunares-, no entran en el 2018, sino en el 4716. Así, en este Año Nuevo Lunar se dejan atrás las celebraciones del fin de Año del Gallo para dar paso a la fiesta del Año del Perro.

El mejor amigo del hombre es, según las creencias chinas, un símbolo de la fidelidad. Según el horóscopo chino, este año contará con las características del perro, por lo que predominarán los sentimientos que busquen salir siempre hacia adelante, aprender durante el camino y enriquecerse tanto personal como profesionalmente. Este animal se representa como una figura idealista, fiel e incondicional y aparece como un gran maestro en el horóscopo chino.

Como viene siendo habitual, la comunidad china ha celebra el cambio de signo con rezos multitudinarios, ofrendas, danzas tradicionales y toda una explosión de color donde el máximo protagonista ha sido el rojo y el dorado, símbolos de la buena suerte. 

Y como toda celebración que se precie, no puede faltar una buena comida. Los placeres gastronómicos son fundamentales en esta festividad. Escogidos por su significado, semejanza y nombres, suelen aludir a la buena suerte. El banquete familiar es abundante y se prepara con suficiente antelación. En la mesa no faltan los noodles, largos fideos, que representan la longevidad. Y de los que encontraréis varias recetas en nuestra web, como los noodles con verduras y gambas en salsa agridulce o los noodles con pollo marinado y pak choi.

Están, asimismo, muy presentes los platos elaborados con pescado. En este caso, auguran abundancia para el año venidero. También es fácil encontrar los dumplings, trozos de masa, a veces rellenos, que se cuecen al vapor, o bien en agua o un caldo. Cuando se preparan rellenos, su forma suele ser parecida a la de las empanadillas. Por el contrario, si se utiliza sólo la masa, sin nada dentro, se le da forma de bolas, que se cuecen en un caldo o en una salsa parecida a la de un estofado. 

Otro plato característico de esta fecha, sobre todo en el sur del país, es el niangao, más conocido como pastel de Año Nuevo. Es dulce, y se elabora con harina de arroz glutinoso y se cuece al vapor. Con esta torta endulzan el nuevo año con el objetivo de “llegar más alto” en el año venidero. Los fans de la cocina asiática, pueden prepararla de una forma muy sencilla en su casa. Para elaborarla tan solo tendremos que mezclar unos 400 gramos de harina de arroz glutinoso (a la venta en tiendas de productos orientales) con una cucharada de leche y 130 gramos de azúcar moreno disueltos en un vaso de agua hirviendo. Mezclamos todo el conjunto y vamos añadiendo agua, cucharada a cucharada, hasta lograr una masa homogénea. La estiramos en una superficie ligeramente enharinada y la colocamos sobre una vaporera asiática forrada con papel vegetal. Cocinamos al vapor durante 45 minutos y servimos. ¡Feliz Año Nuevo Chino!