Nueva tendencia: helados caseros
Lunes, 10 de Agosto de 2015
Hosteleriasalamanca.es / Por Beatriz Arias
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Hoy en día cualquiera puede fabricar sus propios helados. Y no es necesario disponer de un gran armatoste técnico. Máquinas de hacer helados hay muchas y variadas: con compresor, de cubeta… Todas valen. Y el resultado es sorprendente. Aunque supongo que si estáis leyendo esto es porque os morís de ganas de hacer vuestro propio helado casero... así que no nos entretenemos más: ¡aquí van nuestras cinco recetas!
Clásico e inigualable. No nos equivocaremos al escoger esta receta, sobre todo si hay niños en casa. Lo único que hay que hacer es trocear el chocolate y mezclarlo con un poco de leche y vainilla al baño maría. Batiremos el huevo en un recipiente junto con leche, azúcar, nata… y por supuesto, el chocolate fundido y frío.
Cuando el aspa de la máquina esté en marcha, derramaremos el contenido en la cubeta y lo dejaremos que se prepare durante unos 30 minutos. Pasado ese tiempo… ¡tendremos un delicioso helado de chocolate!
Nuestro consejo: con un poco de sirope y un par de cerezas en el mismo recipiente en el que se presenta quedará excepcional.
Aunque su nombre técnico sería “helado de leche”, lo cierto es que el resultado se asemeja más al helado de nata que todos conocemos y nos encanta pedir en una terraza.
Sólo necesitaremos 4 claras de huevo mezcladas con unos 150 gramos de azúcar. Lo batimos todo hasta que quede bien espumoso y añadimos leche y nata. El resultado irá a parar a la máquina de hacer helados y esperaremos unos 35 minutos a que esté preparado.
Una vez listo, lo mejor es coger unas cuantas fresas y colocar las bolas de helado justo encima. Obtendremos una mezcla sabrosísima (y muy vistosa).
La principal diferencia entre el sorbete y un helado al uso es que éste último, como bien hemos comprobado, se hace siempre con leche. El sorbete, por su parte, se elabora con agua y glucosa (eso que nos llevamos, ya que es más suave y engorda menos).
Para preparar este impresionante sorbete de mandarina debemos hervir en una cacerola agua y azúcar durante unos 10 minutos para obtener el almíbar. A continuación, cogemos cuatro mandarinas maduras y las pelamos, utilizando esta corteza rallada para la mezcla de almíbar. Después, lo retiramos para dejarlo enfriar.
En estos minutos podemos aprovechar para exprimir las mandarinas y añadirlo al almíbar frío. Mezclamos e incorporamos nata montada y ya podemos meter el resultado en la heladora. Como siempre, esperamos unos 30 minutos.
Si disponemos de una canasta de galleta será el recipiente ideal para nuestro sorbete. De cualquier modo, os lo aseguramos… ¡está riquísimo!
Para este original helado sólo necesitamos pelar los plátanos y cortarlos en trozos pequeños, rociar con zumo de limón y remover con azúcar. Añadimos leche, lo batimos bien todo y echamos la mezcla en la máquina.
¿El toque final? Reservar trocitos de plátano para el emplatado y añadir sirope de chocolate con alguna galletita de adorno… ¡se os hará la boca agua!
Para esta última receta no podríamos tenerlo más fácil... ¡ni siquiera necesitamos una máquina de helados! Lo único que vamos a usar es el congelador.
Maceramos unas cuantas fresas troceadas con azúcar y zumo de limón. Trituramos y las dejamos en el molde (recordemos añadir el palito que nos servirá para sostenerlo mientras lo comemos después) durante tres o cuatro horas en el congelador (¡mínimo!).
El resultado son unos fantásticos polos de fresa que encantarán tanto a niños como a mayores. Nada que ver con los flashes de hielo que venden en los kioscos y mucho más nutritivos.
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