Qué comer en San Fermines
Jueves, 7 de Julio de 2016
Hosteleriasalamanca.es / Por Cristina Fuentes
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Tras el chupinazo, este 7 de julio dan comienzo los populares encierros en los que se hace una carrera delante de seis toros salvajes en Pamplona hasta el 14 de julio. Es la ocasión perfecta para aprovechar el viaje y conocer la gastronomía navarra con algunos de los platos más típicos de la zona.
Estofado de toro, ajoarriero, huevos fritos con txistorra, pochas… Son los imprescindibles para aquellos que se acerquen a la zona, pero conozcamos más en profundidad la gastronomía de los San Fermines. Para comenzar el día muchos se toman el típico “caldico” a las 6 de la mañana, hecho con ternera y gallina, para aguantar hasta que pase el encierro. Posteriormente, llega el chocolate con churros, que es lo más común de estas fiestas y, de hecho, se toman a cualquier hora.
Cuando llega el momento del almuerzo a media mañana, lo habitual es disfrutar del tradicional “poteo”: tomar unos pintxos de magras con tomate, huevos fritos con chistorra o pimientos del piquillo rellenos de bacalao. Digamos que es algo copioso sin llegar a ser comida y, cómo no, se debe pedir un clarete (un tinto rosado) o un calimotxo para acompañarlo y refrescar el calor de julio.
Para la hora de la comida, un consejo inicial: mejor tomarse con calma la búsqueda de restaurantes, puesto que, si no se ha hecho reserva previa, las aglomeraciones nos lo pueden poner un poco difícil. Sin embargo, la variedad es enorme. Desde pochas hasta espárragos, pasando por truchas con jamón o cordero al chilindrón.
Pimientos del piquillo rellenos de bacalao.
Y poco tiempo después, en torno a las siete de la tarde… ¡la merienda! Lo habitual es hacerla en la plaza de toros y el mejor truco es llevar comida de más para poder compartir. Se hacen grandes exhibiciones culinarias por parte de la gente de las peñas. Y algo a tener en cuenta: no dejan entrar por la puerta con cuchillos grandes ni camping gas. Lo habitual, es llevar un cubo con merienda y vino: es la opción más práctica.
Pasan las horas y el ambiente se va animando de nuevo para la juerga nocturna, por lo que toca hacer una parada para cenar. Hay varias posibilidades: una de ellas es cenar mientras se ven los fuegos artificiales –hay restaurantes que así lo ofrecen-. Otra, son las casas regionales que hay repartidas por la ciudad, muy similares a las casetas, que ofrecen conciertos y mucho movimiento.
Los que se animan a salir por la noche hacen la recena: la segunda cena cuando ha pasado mucho tiempo desde la cena y el momento de irse a dormir. Aquí, la imaginación es libre, pero desde la propia organización de los San Fermines advierten tener cuidado con los puestos callejeros que puedan ser ilegales y recomiendan esperarse al caldico mañanero o al chocolate con churros.
¡Feliz San Fermín a todos!
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