Qué ver y qué comer en Salamanca: guía para una escapada de un día

Salamanca, conocida por su rica historia universitaria y su impresionante arquitectura, ofrece un itinerario perfecto para quienes disponen de solo un día para visitarla. Además de sus famosos edificios, calles y plazas, la ciudad es un verdadero festín para los amantes de la buena mesa. En esta guía, te mostraremos cómo aprovechar al máximo un día en Salamanca, destacando los mejores lugares para visitar y los platos típicos que no puedes dejar de probar.

Comienza el día en la Plaza Mayor, el corazón de Salamanca, donde el bullicio de la vida diaria te sumergirá de lleno en la atmósfera local. Desde aquí, puedes dirigirte al cercano Palacio de Monterrey, un excelente ejemplo de la arquitectura plateresca. No muy lejos de allí, la Casa de las Conchas te sorprenderá con su fachada adornada con más de 300 conchas de vieira, símbolo del Camino de Santiago.

La Universidad de Salamanca, una de las más antiguas de Europa, es parada obligatoria. No te pierdas la fachada del edificio histórico, donde podrás intentar encontrar la famosa rana, símbolo de la ciudad. Continúa hacia las Catedrales de Salamanca -la Vieja y la Nueva-, que ofrecen un fascinante contraste entre estilos arquitectónicos románico y gótico. Además, puedes realizar la visita de Ieronmus, donde disfrutarás de impresionantes vistas de la ciudad.

Pausa gastronómica en Salamanca

Para reponer energías, nada mejor que disfrutar de un buen plato de jamón ibérico de bellota, acompañado de una copa de vino local en alguno de los bares de tapas del centro. También puedes buscar un sitio acogedor en la Rúa Mayor, donde probar el hornazo, una especie de empanada rellena de carnes y embutidos típico de la región. Las patatas bravas, la jeta o la chanfaina también son otras opciones para disfrutar durante esta pausa gastronómica en Salamanca.

Ya por la tarde, una visita a la Clerecía y la Universidad Pontificia te permitirá disfrutar de vistas panorámicas de la ciudad desde sus torres. Si el tiempo lo permite, un paseo por el Puente Romano será el colofón ideal a tu visita a Salamanca.

Cena salmantina para acabar el día

Para cerrar el día puedes optar por cenar de tapas en la zona de Van Dyck, famoso por sus asadores y tapas, o también de una manera más formal en los restaurantes de la Plaza Mayor que te ofrecen increíbles vistas. Eso sí, ¡No te vayas de Salamanca sin probar el farinato, una especie de chorizo a base de harina de maíz, cebolla y pimentón, acompañado de huevos fritos; es un plato simple pero lleno de sabor!

Un día en Salamanca puede no ser suficiente para abarcar todo lo que esta encantadora ciudad tiene para ofrecer, pero siguiendo esta guía podrás captar la esencia de su patrimonio cultural y su rica tradición culinaria. Con cada visita, Salamanca te invita a descubrir más de sus secretos y sabores. ¡Disfruta de tu viaje!