Sandía: el agua del verano

Es un fruto de verano, acuoso, con sabor dulce y de gran tamaño. Su peso varía entre dos y seis kilos, pero en ocasiones puede incluso sobrepasar los diez. Te desvelamos sus variedades, propiedades nutricionales y algunas de sus recetas más desconocidas.

La sandía o "melón de agua" es considerada como una fruta pero... ¡estamos equivocados!. En realidad, es una hortaliza “cucurbitácea”; son frutos de plantas herbáceas compuestos en su mayoría de agua que crecen en zonas calurosas y secas, más ejemplos de este tipo de son el melón, la calabaza o el pepino.

La sandía procede de África pero los primeros rastros de su cultivo aparecen en Egipto, concretamente a orillas del rio Nilo, ya que contaba con las características favorables para su crecimiento: clima suave, cálido y tierras fértiles. Después se extendió por Europa y a partir del siglo X llegó a Asia y América. La sandía, con más de un 90% de agua era un intenso hidratante para las regiones áridas.

Seguro que has visto infinidad de tipos de sandía, según el color, el tamaño, o el sabor, pero normalmente es un fruto ovalado, de corteza dura, lisa y verdosa, el interior de color rojizo o amarillento y con pepitas negras o blancas integradas en la pulpa.

Algunas variedades de sandía cultivadas en España

- La sandia “Sugar Baby”, “Perla Negra” o “Dulce de América”, en estas tres su apariencia es de color verde oscuro, con pulpa rojiza y pepitas negras.

- La “Yellow Doll o patilla amarilla”, posee una cubierta rayada de color verde claro y pulpa amarilla.

- La “Imperial”, con corteza también rayada pero interior rojizo.

Todas ellas tienen forma redondeada, pero las hay con forma alargada como es la sandia “Klondike rayada” o incluso sin pepitas, desarrollada gracias a la intervención humana y cada vez más consumida.

Propiedades nutricionales de la sandía

Es un fruto rico en vitaminas A, B y C, minerales, calcio, fósforo, hierro, potasio, sodio, magnesio, potasio y ácido fólico.

Es un buen antioxidante, contribuye a la formación de colágeno de la piel, es depurativa, disminuye el colesterol y ayuda en la retención de líquidos, por ello y por su composición abundante de agua junto al bajo nivel calórico, lo hace un alimento saludable e hidratante, muy beneficioso para el ser humano.

Recetas con sandía

Se puede consumir en crudo, en sorbetes, granizados y helados, pero los más osados pueden elaborar recetas mucho más novedosas que nunca hubieran imaginado: gazpachos, tartas, sopas frías, ensaladas, flanes…

De izda a dcha: Sorbete de sandía y Limonada de sandía o "pink lemonade", dos refrescantes bebidas para el verano

Si eres seguidor de nuestra revista habrás visto que en nuestro recetario tenemos dos elaboraciones muy fáciles con sandía, además de refrescantes de cara al verano: sorbete de sandía y limonada de sandía o “pink lemonade”.

El mojito de sandía es otra opción interesante; una bebida que sigue la receta del tradicional mojito, con la diferencia de que se añaden trozos de sandía sin pepitas a la mezcla de azúcar, lima y menta/hierbabuena, se macha todo y despues se vierte el hielo picado, el ron y la soda.

Ensalada de pepino, queso fresco (tipo Burgos o de cabra) y sandía

La sandía a la plancha por extraña que parezca resulta también deliciosa. Sí, sí, la sandía se puede pasar por la sartén: pártela en pedazos gruesos y dale un poco de color al fuego, vuelta y vuelta, lo justo para que el azúcar que contiene se caramelice y adquiera un ligero tono ocre. La sandía plancheada se puede utilizar como guarnición para acompañar todo tipo de alimentos: carnes, pescados, quesos o incluso añadirla a la ensalada.

Y por último, anota este sencillo postre: parte la sandía en cubos y déjalos marinar en un recipiente durante un par de horas en el frigorífico, con un chorrito generoso de ron, otro de vino tinto, zumo de naranja, ralladura de cítricos (lima, limón y naranja) y hojitas de hierbabuena, debe quedar todo bien sumergido en el líquido.  ¡Verás qué refrescante resulta! ¡y cómo gusta a todo el mundo!.