Metemos los filetes en un recipiente con leche y ajo durante al menos seis horas - ¡si son 12 horas mejor! - en el frigorífico. Así quedarán más tiernos.
Pasado ese tiempo los sacamos, los ponemos sobre papel absorbente para que se le quite el exceso de humedad y los salpimentamos. Reservamos para que vayan tomando temperatura ambiente.
Mientras tanto, elaboramos la salsa de tomate, para ello sofreímos en una sartén a fuego medio la cebolla partida en juliana hasta que esté transparente, se añaden los tomates naturales (sin piel) o el tomate en conserva, la cucharada de tomate concentrado -¡dará más sabor a la salsa!- y la cucharita de azúcar y de sal. Lo dejamos que se f´ría a fuego medio durante 10 minutos.
En ese tiempo, cortamos el calabacín en rodajitas finas y las hacemos vuelta y vuelta en una sartén con una pizca de aceite. Las salpimentamos. Reservamos.
Estiramos los filetes. Ponemos encima tres rodajitas de calabacín, una de albahaca y una buena cantidad de queso y enrollamos. Los cerramos bien con unos palillos.
Ponemos un poco de aceite de oliva en una olla y sofreímos los rollos, lo justo para que se sellen. Añadimos la copa de coñac o brandy y flambeamos con cuidado de no quemarnos. Añadimos la salsa de tomate casero a los rollitos, junto con la tacita -tamaño café- de caldo de carne. Y los dejamos cocer 10 minutos a fuego medio-bajo.
Servir dos involtini por comensal acompañados de la guarnición que más os guste: arroz hervido, patatas fritas, puré de patata...
Más recetas italianas
Receta de Ensalada caprese con rúcula y berenjenas
Receta de sopa con ravioli
Receta de Minestrone, sopa de verduras