Picamos la cebolla en brunoise y la ponemos en una cazuela junto con un poco de aceite y mantequilla, dejándola hacer hasta que se dore. Añadimos las setas, también picadas finamente y las dejamos que se vayan pasando en la cazuela, cuando ya estén bien pasadas las flambeamos con un chorrito de brandy, para a continuación añadirle la nata (1/2 litro para 4 comensales) y unas hebras de azafrán, cociendo durante unos minutos. Añadimos sal y pimienta al gusto, una cucharada de maicena y el fondo de caldo blanco en función del número de personas. Dejamos cocer durante unos minutos y ya está preparada y lista para servir.