Para el sorbete de melocotones:
Pelamos, deshuesamos y cortamos en trocitos los melocotones. Los rociamos con el zumo de limón para que no se oxiden, añadimos el agua y trituramos hasta obtener un puré fino. Añadimos el azúcar y ponemos a cocer, a fuego bajo, durante unos 10 minutos.
Dejamos enfriar y lo ponemos en la heladera o en su defecto, en un recipiente ancho apto para el congelador. Cada media hora rascamos con un tenedor y removemos para obtener la textura del sorbete.
Para los melocotones con almíbar:
Escaldamos los melocotones en agua hirviendo durante medio minuto, los pasamos a un bol con agua fría y los pelamos. Después los partimos a la mitad y los deshuesamos.
Ponemos una cazuela al fuego con el vino, el azúcar y la ramita de canela y hervimos unos 5 minutos. Ponemos los melocotones en este almíbar y cocemos, a fuego bajo, de 10 a 12 minutos, que no queden muy blandos.
Una vez pasado este tiempo, sacamos los melocotones de la cazuela, escurrimos y reservamos.
Dejamos reducir el almíbar de vino tinto al fuego, después lo vertemos sobre los melocotones y dejamos enfriar.
Emplatado: Serviremos 1 melocotón por comensal, cortado en gajos, regado con el almíbar y acompañado de una bola de sorbete. Adornamos con unas hojas de hierbabuena o menta fresca.
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