Hidratar la gelatina en agua fría. Una vez esté hidratada, disolverla en las dos cucharadas de agua caliente y reservar.
Por otro lado, poner los yogures en un bol grande y añadir el azúcar. Mezclar muy bien con unas varillas para que no queden grumos y se disuelva el azúcar por completo. Añadir la nata montada, así como la vainilla e incorporar el agua con la gelatina. Mezclar con una espátula y haciendo movimientos suaves para que la nata no se desmonte.
Por último, añadir 50 gr de crujientes de avena y 50 gr de crujientes de avena de chocolate Kölln y mezclar para que se repartan por igual.
Verter la mezcla en un molde de silicona rectangular y, sobre la misma, extender una capa con los crujientes de avena restantes.
Refrigerar durante 3 horas y, después, dejar reposar la tarta en el congelador durante toda la noche antes de consumirla.
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